Sudán denuncia 500 casos de violencia sexual perpetrados por paramilitares
Las Fuerzas de Apoyo Rápido son acusadas de usar la violencia sexual como arma de guerra en medio del conflicto.
Con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el Ministerio de Exteriores de Sudán informó este domingo sobre al menos 500 casos documentados de violencia sexual contra mujeres y niñas. Los responsables serían miembros del grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), que ha cometido estas atrocidades desde el inicio del conflicto armado en abril de 2023.
El comunicado oficial denunció que las FAR han implementado una estrategia sistemática de abusos que incluye violaciones, secuestros, esclavitud sexual, matrimonios forzados y otras formas de violencia extrema. Estos actos se enmarcan en una política de genocidio y limpieza étnica, según las autoridades sudanesas, que instantánea a la comunidad internacional a tomar medidas inmediatas.
Un grupo de mujeres, compuesto por retornadas sursudanesas y refugiadas sudanesas, participa en una sesión sobre violencia de género en el centro de tránsito de Renk. EFE/Rosa Soto
Violencia sexual como herramienta de guerra.
El ministerio destacó que las FAR utilizan la violencia sexual para aterrorizar a comunidades enteras, forzarlas a abandonar sus hogares y consolidar su control territorial. "La milicia emplea la violación como arma de guerra para castigar a quienes rechazan su presencia y asentar a sus mercenarios", explicó el comunicado.
Además, se estima que cientos de mujeres han sido secuestradas y algunas veces a esclavitud sexual, trabajo doméstico forzado o incluso sacadas de contrabando fuera de Sudán. Las agresiones afectan especialmente a mujeres y niñas de grupos étnicos específicos, y las víctimas, en muchos casos, quedan atrapadas en áreas controladas por las milicias.
La ONU respalda las denuncias de Sudán
Un informe publicado en octubre por la misión de investigación de la ONU corroboró las acusaciones contra las FAR, documentando violaciones de derechos humanos a gran escala, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Las principales zonas afectadas incluyen el Gran Jartum, Darfur y Gezira, donde se han registrado ataques sistemáticos de los insurgentes.
El conflicto en Sudán se originó por discrepancias entre el Ejército y las FAR respecto a la integración de los paramilitares en las Fuerzas Armadas. Desde entonces, la guerra ha dejado decenas de millas de muertos y más de 14 millones de desplazados dentro y fuera del país. El informe de la ONU subraya que la violencia sexual no solo es un reflejo de los horrores del conflicto, sino también una herramienta clave en la estrategia militar de las FAR.
Con información de: EFE