Los Ángeles declara su estatus como ciudad santuario ante las amenazas de deportaciones masivas de Trump
En medio de la reelección de Donald Trump, la ciudad californiana aprueba una ordenanza para proteger a los inmigrantes de la cooperación con las autoridades federales.
El Concejo Municipal de Los Ángeles ha aprobado una ordenanza histórica que convierte a la ciudad en un "santuario" para inmigrantes, garantizando que la Policía local no colaborará con las autoridades federales de inmigración. La medida, aprobada por unanimidad el pasado martes, responde a las promesas del presidente electo, Donald Trump, quien durante su campaña electoral se comprometió a llevar a cabo la mayor deportación de indocumentados en la historia de Estados Unidos.
La decisión de Los Ángeles llega en un contexto de creciente tensión por la política migratoria del presidente electo, quien el lunes pasado confirmó su plan de declarar una emergencia nacional para hacer frente a la crisis en la frontera con México, lo que le permitiría utilizar fuerzas. militares para ejecutar las deportaciones. Este anuncio ha desencadenado una respuesta urgente de la sociedad civil, que ha presionado a las autoridades locales para que adopten medidas de protección para la comunidad inmigrante.
Fotografía de archivo de de inmigrantes indocumentados en Los Ángeles. EFE/EPA/David Maung
Reclamos de protección por parte de la comunidad inmigrante
Desde las escaleras del edificio de la alcaldía, activistas e inmigrantes indocumentados, como Zeneida Meneses, una trabajadora nicaragüense, han instalado al Concejo Municipal de Los Ángeles a aprobar rápidamente la ordenanza. “Deberíamos poder llamar a la Policía oa los bomberos sin sentir miedo”, expresó Meneses, quien destacó que los inmigrantes no deben vivir con temor a la persecución de las autoridades federales.
La nueva normativa también prohíbe que las agencias federales de Inmigración tengan acceso a las bases de datos de la ciudad, un paso clave en la protección de la privacidad de los inmigrantes. Esta medida representa una de las respuestas más firmes ante la retórica y políticas migratorias del presidente electo Trump, quien ha designado a Tom Homan, un veterano de la inmigración, como el encargado de supervisar las deportaciones masivas.
El surgimiento de la Ley Santuario en Los Ángeles
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, había urgido previamente a los concejales a aprobar la ordenanza, subrayando las crecientes amenazas a las comunidades inmigrantes locales. Si bien en 2017 el gobierno del entonces alcalde Eric Garcetti emitió una orden ejecutiva que limitaba la colaboración con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), la nueva ordenanza establece de manera permanente y formal estas restricciones.
A lo largo de los últimos años, las “ciudades santuario” como Los Ángeles han sido un punto de fricción entre las autoridades locales y federales. La legislación, que se extiende más allá de la ciudad, ha sido respaldada por comunidades que defienden los derechos de los inmigrantes, pero también ha sido duramente criticada por funcionarios como Tom Homan, quien se ha opuesto a estas ciudades.
En el mandato de Trump (2017-2021), el gobierno federal intentó restringir fondos federales a los estados que apoyaran las ciudades santuario, como California, que respondió con una demanda exitosa contra la administración federal. Esta lucha legal sigue siendo un tema central en la batalla entre las políticas migratorias federales y las iniciativas locales que defienden los derechos de los inmigrantes.
La resistencia frente a las políticas federales
La aprobación de esta ordenanza en Los Ángeles marca un momento decisivo en la lucha por la protección de los inmigrantes, especialmente en un contexto donde la reelección de Trump podría intensificar sus esfuerzos por implementar sus promesas de deportaciones masivas. Los Ángeles, con su rica comunidad inmigrante, sigue siendo un bastión clave en la resistencia a las políticas federales que buscan criminalizar a los indocumentados, manteniendo su estatus como una ciudad santuario en defensa de la justicia social y los derechos humanos.
Con información de: EFE