La violencia en América Latina: un freno para el crecimiento regional
La delincuencia y la inseguridad causan pérdidas millonarias que superan el 3% del PIB de la región, según informes del FMI y el BID
La violencia sigue siendo una de las principales barreras para el desarrollo económico y social en América Latina y el Caribe. Según dos informes publicados este lunes por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el crimen en la región genera pérdidas que superan el 3% del Producto Interno Bruto (PIB), un impacto negativo que afecta gravemente la prosperidad y desvía recursos que podrían destinarse a otras áreas esenciales.
EFE/Antonio Lacerda
El informe del FMI destaca que los costos directos de la delincuencia, como la pérdida de vidas, el aumento del gasto público en seguridad y los gastos privados en protección, representan un 3,5 % del PIB en promedio. Este porcentaje es aún mayor en los países con mayores índices de criminalidad. Además, el FMI señala que un aumento del 10 % en los homicidios reducirá la actividad económica en un 4 %, mientras que una reducción de las tasas de homicidio podría aumentar la actividad económica en un 30 %. En términos comparativos, América Latina y el Caribe, que solo albergan el 8% de la población mundial, son responsables de un tercio de los homicidios globales. Esta cifra alarmante subraya la magnitud del problema, que afecta directamente a la calidad de vida de los ciudadanos y limita el desarrollo económico.
Recursos que podrían destinarse a otras necesidades
Según Nathalie Alvarado, coordinadora del área de seguridad ciudadana y justicia del BID, el costo directo del crimen en la región equivale al 78 % del presupuesto de educación pública y es doce veces mayor que la inversión en investigación y desarrollo. Estas enormes pérdidas representan recursos que podrían invertirse en el fortalecimiento de las comunidades, el fomento de la innovación y la mejora de las infraestructuras sociales, esenciales para un crecimiento sostenible.
El impacto en los negocios y el empleo
El FMI también enfatiza que el crimen organizado y el tráfico de drogas dificultan las oportunidades de negocio en la región. El costo de la inseguridad para las empresas es elevado, representando un 7% de las ventas anuales, y es aún mayor en países como México, donde las empresas que operan cerca de cárteles delictivos enfrentan costos cuatro veces mayores. Además, las tasas de homicidio y la violencia afectan particularmente a las zonas con poblaciones más jóvenes y menos educadas, lo que agrava aún más la situación.
Propuestas para enfrentar la violencia
Para mitigar estos costos y mejorar las condiciones de vida en la región, los informes del FMI y el BID sugieren diversas medidas. El FMI recomienda promover el crecimiento inclusivo y garantizar la estabilidad macroeconómica, así como mejorar el acceso a oportunidades laborales para los jóvenes. También es crucial que los gobiernos optimicen el gasto en seguridad y refuercen las instituciones encargadas de la justicia penal.
Por su parte, el BID enfatiza la necesidad de desarrollar metodologías más robustas para medir los costos directos e indirectos del crimen. Además, señala que, con el apoyo internacional, los gobiernos deben redoblar sus esfuerzos para combatir la delincuencia a través de estrategias de prevención dirigidas y sistemas de seguridad más efectivos.
Un desafío que persiste
A pesar de los esfuerzos realizados en la región, aún queda mucho por hacer. La violencia sigue siendo un desafío urgente que requiere atención inmediata. La combinación de estrategias preventivas, políticas de inclusión social y el fortalecimiento de las instituciones públicas son esenciales para frenar este ciclo de violencia que, además de afectar vidas, también retrasa el desarrollo económico y social de América Latina y el Caribe.
Con información de: EFE
