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La solidaridad: una medicina para el cuerpo y el alma
GALENO
Publicado en 15/01/2025

La solidaridad: una medicina para el cuerpo y el alma

Estudios confirman que el altruismo y el voluntariado no solo transforman vidas, sino que también mejoran la salud mental y fortalecen las comunidades.

Ayudar a otros genera satisfacción y beneficios que van más allá del simbolismo. Investigaciones han demostrado que el altruismo tiene efectos reales y medibles en el bienestar físico y emocional de quienes lo practican. Por ejemplo, el voluntariado puede aliviar dolencias graves como el dolor crónico y la depresión.

Un estudio de 2002 encontró que personas con dolor crónico que asistieron a otros con condiciones similares experimentaron una reducción significativa en su propia percepción del dolor. Este fenómeno ilustra cómo las acciones solidarias, además de transformar la vida de quienes reciben la ayuda, tienen un impacto positivo en quienes la ofrecen.

Cuidar de otros seres vivos también beneficia el bienestar general. Actividades como interactuar con animales o cuidar plantas de interior promueven el sentido de propósito y mejoran la salud mental, especialmente en adultos mayores. Estas prácticas fortalecen la conexión con la naturaleza y fomentan un sentimiento de responsabilidad que enriquece la vida diaria.

Imagenes de referencia: Pexels

En algunos países, los profesionales de la salud han integrado actividades comunitarias como parte de tratamientos terapéuticos. Estas "recetas sociales" incluyen clases de arte, grupos de ciclismo y sesiones de baile, diseñadas para combatir el aislamiento social y fomentar la pertenencia. Estas iniciativas no solo mejoran el bienestar personal, sino que también reducen la presión sobre los sistemas de salud pública.

En el presente, cada vez más conectados digitalmente pero fragmentados socialmente, el voluntariado emerge como una herramienta crucial para fortalecer las comunidades. Al unir a las personas en torno a objetivos comunes, se fomenta la colaboración, la seguridad emocional y la cohesión social.

Además, la gratitud juega un papel importante en este proceso. Actos simples como agradecer o reflexionar sobre lo positivo en nuestras vidas aumentan la sensación de bienestar. El voluntariado es, en este sentido, una forma activa de expresar gratitud hacia la comunidad.

Más allá de sus beneficios individuales, el altruismo fortalece la autoestima, la sociabilidad y la construcción de comunidades más resilientes.

Con información de: diarioresponsable.com

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