Néstor García Canclini: el arte como campo de lucha cultural y social
Reflexiones sobre las contribuciones del destacado filósofo y sociólogo en la intersección del arte, la cultura y la política en América Latina.
Un estudio de Sánchez Narvart (1986) profundiza El pensamiento de Néstor García Canclini ha sido fundamental para comprender el arte y la cultura como espacios de disputa simbólica y de transformación social. En un recorrido que abarca desde los años 70 hasta la consolidación de sus teorías en los 80, este destacado filósofo y sociólogo ha explorado cómo las prácticas artísticas dialogan con las realidades políticas y sociales de América Latina, convirtiéndose en una figura clave en el campo de la sociología del arte.
Cortesia Fil Guadalajara / Natalia Fregoso
Entre 1972 y 1982, García Canclini consolidó un enfoque interdisciplinario que integró la filosofía, la antropología y la sociología para analizar el arte en su dimensión social. En este periodo, sus investigaciones destacaron la importancia de trascender la percepción del arte como un objeto de contemplación elitista para entenderlo como un proceso de producción simbólica profundamente conectado con las demandas y luchas populares.
El contexto político y social de la época, marcado por dictaduras y movimientos de resistencia en América Latina, influenció significativamente su pensamiento. Durante su exilio en México, García Canclini amplió su marco de análisis para incluir las expresiones culturales de las clases populares, como las artesanías y las fiestas tradicionales, en el debate sobre las políticas culturales.
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Uno de los aportes más significativos de García Canclini es su propuesta de una sociología del arte que no se limite a la estética tradicional, sino que aborde las relaciones de poder que atraviesan la producción y el consumo de bienes culturales. Obras como Arte popular y Sociedad en América Latina y La producción simbólica redefinieron las bases del análisis cultural, incorporando conceptos del marxismo, la teoría crítica y la antropología.
En estas obras, el autor argumenta que el arte no puede entenderse fuera de las estructuras sociales y económicas que lo condicionan. Por ejemplo, las artesanías no son meros objetos decorativos, sino representaciones de las identidades y resistencias de las clases subalternas frente a las dinámicas del capitalismo global.
Para García Canclini, lo popular no es una esencia estática, sino un campo dinámico donde se producen tensiones y reconfiguraciones culturales. Su investigación en México sobre las fiestas y las artesanías reveló cómo estas prácticas, lejos de ser pasivas o tradicionales, actúan como formas de resistencia simbólica frente a la homogenización cultural impuesta por el capitalismo.
Esta perspectiva lo llevó a criticar la visión elitista del arte predominante en su tiempo, proponiendo en su lugar una política cultural que parta de las necesidades y expresiones de los sectores populares. Según su análisis, solo a través de la apropiación crítica de los medios de producción cultural será posible construir una cultura más equitativa y democrática.
El concepto de "culturas híbridas", desarrollado posteriormente, sintetiza muchas de las ideas exploradas por García Canclini durante esta etapa. Este término refleja cómo las culturas populares se transforman al interactuar con las industrias culturales, generando nuevas formas de expresión que combinan lo local y lo global.
El pensamiento de Néstor García Canclini ha dejado un impacto duradero en las ciencias sociales y en el estudio del arte y la cultura en América Latina. Su capacidad para articular teoría y práctica lo convierte en un referente indispensable para entender las complejas relaciones entre arte, política y sociedad.
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