La urbanización debe ser más ecológica para proteger nuestra salud
El impacto de la pérdida de espacios verdes en San José
Los proyectos de infraestructura en áreas urbanas, como el tren ligero hacia Eastridge, han generado preocupación por la eliminación de árboles y la falta de alternativas sostenibles que benefician a las comunidades más vulnerables.
En pleno verano, ocho árboles maduros fueron retirados para dar paso a un proyecto de expansión del transporte público en San José. Meses después, el espacio fue reemplazado por más concreto, sin que se plantaran nuevos árboles en la zona. Aunque algunos troncos comenzaron a rebrotar en la franja central, la falta de planificación para restaurar los espacios verdes refleja un problema mayor.
Una vista aérea de San José. Foto cortesía de San José.
La urbanización en San José y la Bahía está afectando gravemente los barrios con menos recursos. Los espacios verdes no solo embellecen las áreas urbanas; son fundamentales para la salud física y mental de la comunidad. Estudios recientes han demostrado que la exposición a la naturaleza reduce la presión arterial, mejora la salud cardiovascular, disminuye el riesgo de diabetes tipo 2 y promueve el bienestar emocional.
Sin embargo, la falta de árboles y áreas verdes en vecindarios de bajos ingresos está generando efectos adversos. Estas zonas son más propensas a experimentar el fenómeno de islas de calor urbano, donde las temperaturas pueden ser hasta 10 grados más altas que en áreas con mayor cobertura arbórea. Esto pone en riesgo especialmente a los niños pequeños y los adultos mayores, quienes son más vulnerables a las altas temperaturas.
Los barrios más afectados suelen coincidir con aquellos que tienen los niveles más altos de pobreza y una gran población latina y asiática. Este desequilibrio demuestra cómo las comunidades de bajos ingresos enfrentan los mayores sacrificios por proyectos de desarrollo urbano, perpetuando desigualdades sociales y ambientales.
Para Dalliana Bañuelos, estudiante de maestría en salud pública, invertir en espacios verdes debería ser una prioridad de salud pública. Los parques, jardines comunitarios y áreas seguras para la recreación deben estar al alcance de todas las comunidades, sin importar su nivel socioeconómico. Banuelos propone un enfoque más sostenible e inclusivo en la planificación urbana, donde los árboles y áreas naturales se integran en los proyectos de infraestructura, garantizando un equilibrio entre el desarrollo y la calidad de vida de los habitantes.
“No podemos esperar años para ver nuevos árboles en nuestras comunidades”, concluye Bañuelos. “Necesitamos priorizar los espacios verdes como parte esencial de nuestro bienestar colectivo, asegurando un futuro más saludable y equitativo para todos”.
Con información de: sanjosespotlight.com