Innovación educativa: el arte como herramienta para desarrollar el pensamiento en el siglo XXI
Un estudio propone integrar teatro, música, poesía y dibujo en estrategias pedagógicas que fomentan el pensamiento crítico y la educación integral en la enseñanza superior.
En el contexto de transformaciones educativas pospandemia, el arte se perfila como una herramienta innovadora capaz de revolucionar los procesos de enseñanza-aprendizaje. Según un estudio de Juan Patricio Sigüenza Orellana y Claudio Fernando Guevara Vizcaíno (2022), publicado en la Revista Científica UISRAEL, la integración de teatro, música, poesía y dibujo en la educación superior no solo enriquece las dinámicas pedagógicas, sino que también promueve el desarrollo del pensamiento. crítico y la formación integral de los estudiantes.
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El estudio parte del reconocimiento del arte como una forma de comunicación que conecta las emociones y los valores humanos, contribuyendo a una educación más humanista e inclusiva. Los autores destacan que, a pesar de que disciplinas artísticas como el teatro o la música han sido utilizadas individualmente como herramientas pedagógicas, su integración en una estrategia conjunta ofrece un potencial único para transformar la educación.
La propuesta busca romper con el enfoque tradicional centrado en la memorización, promoviendo en su lugar un modelo pedagógico que fomente la creatividad, la reflexión y la expresión. Los autores argumentan que el arte puede actuar como puente entre el conocimiento científico y las habilidades emocionales y sociales, esenciales para enfrentar los desafíos del siglo XXI.
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La estrategia presentada por los investigadores consta de tres fases fundamentales:
Planeación: Los estudiantes eligen entre poesía, dibujo, teatro o música para trabajar en proyectos relacionados con temas específicos del currículo. Esta etapa inicial incluye la elaboración de mentefactos conceptuales, diagramas que permiten categorizar y comprender conceptos clave.
Actividades: Durante esta fase, los estudiantes desarrollan productos artísticos en equipo, como obras teatrales, composiciones musicales, dibujos o poemas. Este trabajo se complementa con la redacción de ensayos reflexivos donde explican cómo el arte contribuyó a su aprendizaje y desarrollo del pensamiento crítico.
Evaluación y retroalimentación: Los productos finales son evaluados por profesores y compañeros, seguidos de un espacio de retroalimentación colectiva para identificar mejoras y consolidar aprendizajes.
El estudio destaca que esta metodología permite a los estudiantes desarrollar procesos básicos e integradores del pensamiento, como la observación, la descripción, el análisis y la síntesis. Estas habilidades son fundamentales para su formación académica y para su desempeño en contextos laborales y sociales.
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Además, el enfoque transdisciplinario fomenta el trabajo en equipo y el respeto por diversas perspectivas, mientras que la libertad creativa impulsa la confianza y la autoexpresión. En palabras de los autores, “el arte es más que un medio para transmitir conocimientos, es una herramienta para formar ciudadanos críticos y conscientes”.
El artículo concluye que la integración del arte en la educación superior representa una apuesta por una enseñanza más inclusiva, innovadora y humanista. Este enfoque no solo responde a las necesidades del mundo contemporáneo, sino que también prepara a los estudiantes para enfrentar los retos del futuro con una visión crítica, creativa y colaborativa.
Con propuestas como ésta, el arte deja de ser un elemento decorativo en la educación para convertirse en un pilar fundamental de la innovación pedagógica y el desarrollo humano.
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