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La historia del primer trasplante de corazón: un hito médico que transformó la cirugía cardíaca
GALENO
Publicado en 03/12/2024

La historia del primer trasplante de corazón: un hito médico que transformó la cirugía cardíaca

El 3 de diciembre de 1967, Christiaan Barnard realizó la primera operación de trasplante de corazón, un procedimiento que abrió nuevas puertas en la medicina y brindó esperanza a millas de personas con enfermedades cardíacas graves

El 3 de diciembre de 1967, la medicina dio un paso trascendental que cambiaría la vida de muchas personas en todo el mundo. Ese día, el cirujano sudafricano Christiaan Barnard realizó el primer trasplante de corazón humano exitoso en el Hospital Groote Schuur de Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Este procedimiento pionero no solo representó un logro médico sin precedentes, sino que también marcó el inicio de una nueva era en la cirugía cardíaca, ofreciendo nuevas esperanzas para pacientes con enfermedades cardíacas terminales.

 Primer trasplante de corazón: Louis Washkansky, el trasplantado; Dénise Darvall, la donante, y Christiaan Barnard, el médico que cambió la historia en la Medicina

El receptor de este trasplante histórico fue Louis Washkansky, un comerciante de origen lituano que sufriría de una grave enfermedad coronaria. A pesar de haber tenido una vida activa en su juventud, incluyendo deportes como fútbol y natación, Washkansky padecía una insuficiencia cardíaca terminal derivada de múltiples infartos. Tras su diagnóstico, Washkansky fue derivado al Hospital Groote Schuur, donde su condición se volvió cada vez más crítica, y ninguna de las opciones de tratamiento tradicionales parecía efectiva. La cirugía de trasplante de corazón, aunque experimental, se presentó como su última oportunidad.

El corazón que recibió Washkansky provenía de Dénise Darvall, una joven de 25 años que, tras un accidente de tráfico, fue declarada con muerte cerebral. Su padre, después de ser informado de la posibilidad de salvar una vida con los órganos de su hija, ayudó a donar su corazón y otros órganos. Este gesto valiente, combinado con la innovación y destreza de Barnard, permitió que el primer trasplante de corazón humano tuviera lugar.

 Christiaan N. Barnard, a la izquierda, junto a otros médicos en la previa a su aparición en un programa de televisión (Archivo/YouTube)

La operación, que duró nueve horas, fue un éxito técnico. El corazón de Dénise Darvall fue extraído mientras aún latía y fue trasplantado con éxito al cuerpo de Washkansky. Aunque la cirugía en sí fue un avance monumental, la supervivencia de Washkansky fue limitada. El paciente vivió solo 18 días después de la operación, pero su caso demostró que un corazón humano podía latir en otro cuerpo y que el trasplante de corazón era una posibilidad real, aunque con retos significativos. La causa de su caída no fue el rechazo del órgano, sino una neumonía causada por la inmunosupresión necesaria para evitar el rechazo, lo que dejó en evidencia la fragilidad del tratamiento inmunológico de la época.

Este trasplante marcó un antes y un después en la medicina. A pesar de que la supervivencia de los primeros pacientes trasplantados fue limitada, los avances en los medicamentos inmunosupresores y las técnicas quirúrgicas en las décadas siguientes hicieron posible que los trasplantes de corazón se convirtieran en procedimientos con altas tasas de éxito. En los años posteriores, médicos de todo el mundo, incluidos los estadounidenses Adrian Kantrowitz y Norman Shumway, realizaron trasplantes de corazón, replicando el éxito de Barnard.

Además, la historia del trasplante de corazón no se limitó a Sudáfrica. Solo seis meses después del primer trasplante en Ciudad del Cabo, en mayo de 1968, Argentina realizó su primer trasplante cardíaco, convirtiéndose en el decimonoveno en el mundo. Desde entonces, los avances en la cirugía cardíaca y en los tratamientos postoperatorios han transformado este procedimiento en una opción viable y exitosa para millas de personas que antes no tenían esperanza de supervivencia.

Hoy en día, el trasplante de corazón sigue siendo una herramienta crucial en la medicina moderna, y el legado del primer trasplante de Barnard perdura, demostrando que la medicina, la innovación y el coraje humano pueden cambiar el curso de la vida para aquellos que más. lo necesito.

Con información de: Infobae

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