¿Ockham o Hickam? El dilema en el razonamiento diagnóstico
Un estudio analiza la tensión entre la navaja de Ockham y el dictamen de Hickam en la práctica médica, dos enfoques que marcan la diferencia en el diagnóstico clínico moderno.
El diagnóstico médico depende de la precisión y la eficiencia, pero los métodos para alcanzarlo pueden diferir ampliamente. Un artículo reciente (Arriaga-Izabal, 2024) explora el dilema en el razonamiento diagnóstico entre dos principios opuestos: la navaja de Ockham, que aboga por la simplicidad, y el dictamen de Hickam, que reconoce la complejidad. Mientras que la navaja de Ockham promueve una única causa como la explicación probable de todos los síntomas, el dictamen de Hickam sostiene que un paciente puede tener múltiples enfermedades al mismo tiempo, y no debería limitarse a una explicación simple.
Imagen de referencia: La RED Radio
La navaja de Ockham, que se originó en el siglo XIV con el filósofo William de Ockham, propone que no se deben multiplicar las causas innecesariamente y que se debe optar por la explicación más simple. Este principio ha tenido una fuerte influencia en la educación médica desde Sir William Osler, quien lo adoptó como una estrategia para formar médicos. En la práctica clínica, la parsimonia diagnóstica ayuda a evitar diagnósticos complicados y poco probables, dirigiendo la atención hacia una causa única y directa. Sin embargo, el estudio destaca que esta preferencia por la simplicidad puede llevar a errores en pacientes con múltiples afecciones, un fenómeno conocido como "satisfacción de búsqueda", en el que los médicos dejan de investigar después de encontrar un diagnóstico que parece adecuado.
Por otro lado, el dictamen de Hickam, propuesto por el médico John Hickam, afirma que “un paciente puede tener tantas enfermedades como desee”. Este enfoque reconoce la realidad de que los pacientes, especialmente en la actualidad, suelen presentar comorbilidades que no pueden explicarse por un solo diagnóstico. En la práctica, el dictamen de Hickam es una respuesta crítica a la navaja de Ockham, defendiendo que el exceso de simplicidad puede ser dañino en medicina, donde los pacientes a menudo tienen problemas complejos e interrelacionados. El estudio cita la tríada de Saint (hernia de hiato, diverticulosis y enfermedad de la vesícula biliar) como un ejemplo donde se hace evidente la necesidad de una evaluación multifactorial para un diagnóstico preciso.
El estudio también aborda cómo la era moderna, caracterizada por el envejecimiento de la población y el aumento de las enfermedades crónicas, ha hecho del dictamen de Hickam una herramienta cada vez más relevante. Con el avance de los métodos de diagnóstico y la tecnología médica, los clínicos ahora pueden explorar diagnósticos múltiples y simultáneos con mayor precisión. Sin embargo, la elección entre Ockham y Hickam sigue siendo un dilema, pues ambos principios tienen limitaciones. El artículo concluye que una combinación de ambos, junto con la experiencia clínica, es clave para una práctica médica más completa y efectiva.
De esta manera, el estudio sugiere que en el contexto de la medicina moderna, no se debe adoptar únicamente la navaja de Ockham o el dictamen de Hickam. Más bien, el diagnóstico debe ser flexible, permitiendo al médico aplicar el principio más adecuado según el caso. Este dilema en el razonamiento diagnóstico continúa siendo un tema de debate en la medicina y una guía valiosa para los profesionales en la toma de decisiones clínicas.
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