Menos amigos, más salud: un estudio sugiere que tener un círculo social reducido protegido en la vejez
Investigadores de la Universidad de Exeter descubren que limitar las relaciones en la tercera edad podría disminuir el riesgo de infecciones y mejorar la calidad de vida.
Un estudio reciente de la Universidad de Exeter, en el Reino Unido, desafía la percepción común de que una red social amplia es siempre beneficiosa para la salud. Según los investigadores, tener menos amigos en la vejez podría proteger contra infecciones, lo que ellos denominan "protección del envejecimiento social". Este descubrimiento se basó en la observación de macacos rhesus, en quienes se comprobó que reducir las interacciones sociales en la vejez limitaba su exposición a enfermedades infecciosas.
Imagen de referencia: Elle Hughes
La investigadora Erin Siracusa explicó que este fenómeno, observable también en los seres humanos, sugiere una ventaja evolutiva: el aislamiento moderado en la tercera edad permite reducir la exposición a patógenos sin renunciar completamente a los beneficios emocionales de las relaciones significativas. El estudio también advierte que la selectividad social es una estrategia natural de adaptación, especialmente relevante cuando el sistema inmunológico comienza a debilitarse.
Imagen de referencia: Afta Dunawan
Sin embargo, los expertos recuerdan que el aislamiento social tiene riesgos. La Organización Mundial de la Salud alerta que la soledad puede ser tan perjudicial como fumar cigarrillos de membrillo diariamente, incrementando el riesgo de problemas como ansiedad, depresión y deterioro cognitivo. La clave, afirman los investigadores, podría estar en un equilibrio: reducir la cantidad de interacciones, pero mantener amistades profundas y de calidad que sustenten el bienestar emocional sin comprometer la salud física.
Con información de: Infobae