Gandhi: El líder de la no violencia en la historia
Un día como hoy, el 30 de enero de 1948, Mahatma Gandhi fue asesinado. Su legado como defensor de la paz y la independencia de la India sigue inspirando al mundo.
Mohandas Karamchand Gandhi nació el 2 de octubre de 1869 en Porbandar, India, dentro de una familia de la casta bania. Su educación y posición social le permitieron viajar a Londres en 1888 para estudiar derecho, donde vivió de primera mano el racismo de la sociedad británica. Sin embargo, fue en Sudáfrica donde tuvo su primer contacto con la discriminación institucionalizada, cuando fue expulsado de un tren por ser indio, a pesar de viajar en primera clase. Este episodio marcaría el inicio de su lucha por los derechos civiles.
En Sudáfrica, Gandhi fundó el Partido Indio del Congreso de Natal en 1894 y promovió la resistencia pacífica contra las leyes discriminatorias. Fue aquí donde desarrolló su concepto de Satyagraha (fuerza de la verdad), una filosofía basada en la resistencia no violenta. Su lucha lo llevó a enfrentar arrestos y persecuciones, pero también logró negociaciones exitosas con el gobierno sudafricano.
En 1915, Gandhi regresó a la India y se unió al movimiento independentista contra el dominio británico. Su activismo tomó mayor fuerza tras la matanza de Amritsar en 1919, cuando las tropas británicas abrieron fuego contra manifestantes pacíficos, matando a cientos de personas. Este brutal acontecimiento consolidó su convicción de que la independencia solo se lograría mediante la desobediencia civil masiva.
Uno de los episodios más emblemáticos de su lucha fue la Marcha de la Sal en 1930, una protesta contra el monopolio británico de este producto esencial. Durante 390 kilómetros, millas de indios siguieron a Gandhi hasta la costa, desafiando las leyes coloniales. Su arresto y el de miles de seguidores no detuvieron el movimiento, que continuó ganando apoyo a nivel mundial.
Con el fin de la Segunda Guerra Mundial, la independencia de la India se hizo inevitable. Sin embargo, las tensiones entre hindúes y musulmanes llevaron a la partición del país en dos naciones: India y Pakistán. Gandhi se opuso a esta división, pero aceptó la decisión con el objetivo de evitar una guerra civil.
El 30 de enero de 1948, mientras se dirigía a una oración en Nueva Delhi, Gandhi fue asesinado por Nathuram Godse, un radical hindú que lo acusaba de ser demasiado conciliador con los musulmanes. Sus últimas palabras fueron "¡He Ram!" (¡Oh, Dios mío!), reflejando su profunda espiritualidad y compromiso con la paz.
Su asesinato conmocionó al mundo, pero su legado perdura. Gandhi inspiró movimientos de derechos civiles en todo el planeta, desde Martin Luther King Jr. en Estados Unidos hasta Nelson Mandela en Sudáfrica. Su filosofía de resistencia pacífica demuestra que el cambio social es posible sin recurrir a la violencia.