Menú Elegante
Montesquieu, el filósofo que revolucionó la teoría política
UN DÍA COMO HOY
Publicado en 10/02/2025

Montesquieu, el filósofo que revolucionó la teoría política

Un día como hoy murió el pensador que sentó las bases de la división de poderes.

El 18 de enero de 1689 nació en el castillo de La Brède, cerca de Burdeos, Charles-Louis de Secondat, más conocido como Montesquieu. Este filósofo y jurista francés se convirtió en una de las figuras clave de la Ilustración, desarrolló la teoría de la separación de poderes, un principio fundamental en las democracias modernas. Su obra influyó en la Revolución Francesa, la Constitución de Estados Unidos y numerosos sistemas políticos alrededor del mundo.

Montesquieu nació en el seno de una familia aristocrática perteneciente a la nobleza de toga, un grupo social que se destacaba por ocupar altos cargos judiciales y administrativos. Siguiendo la tradición familiar, estudió Derecho en la Universidad de Burdeos y, tras la muerte de su padre en 1714, fue nombrado consejero del Parlamento de Burdeos.

En 1716, heredó el título de barón de Montesquieu y una de las presidencias del Parlamento tras el fallecimiento de su tío. Sin embargo, su vocación iba más allá de la burocracia. Pronto se interesó por la filosofía y la política, campos en los que dejaría un legado imperecedero.

En 1721, Montesquieu publicó de manera anónima Cartas persas, una sátira de la sociedad y política francesas contada a través de los ojos de dos viajeros orientales. La obra se convirtió en un éxito inmediato, lo que le permitió ingresar en los círculos intelectuales parisinos y en la Academia Francesa.

Atraído por el estudio de distintas formas de gobierno, emprendió un viaje por Europa entre 1728 y 1731. En Inglaterra encontró el modelo político que más admiraba: una monarquía parlamentaria con poderes limitados por un sistema de contrapesos, algo que marcaría profundamente su pensamiento.

De regreso a Francia, Montesquieu se instaló en La Brède y escribió sus dos obras más importantes. La primera, Consideraciones sobre las causas de la grandeza y decadencia de los romanos (1734), analizaba la historia de Roma desde una perspectiva racional, sin atribuir sus cambios a la providencia divina.

Su obra cumbre llegó en 1748 con El espíritu de las leyes, donde desarrolló su famosa teoría de la separación de poderes. Montesquieu identificó tres formas principales de gobierno:

Monarquía – Basada en el honor.

República – Sustentada en la virtud cívica.

Despotismo – Gobernada por el miedo.

Para evitar los abusos de poder, propuso la división del poder en tres ramas:

Ejecutivo, encargado de gobernar.

Legislativo, responsable de crear las leyes.

Judicial, que debía interpretarlas y hacerlas cumplir.

Esta estructura buscaba garantizar el equilibrio entre las instituciones y proteger las libertades individuales, inspirando la configuración de numerosos sistemas democráticos modernos.

Las ideas de Montesquieu no fueron bien recibidas por todos. La Universidad de la Sorbona y sectores conservadores condenaron El espíritu de las leyes, considerándolo una amenaza para la monarquía absoluta. Sin embargo, su obra se convirtió en un pilar fundamental del pensamiento político ilustrado y un referente para las revoluciones que transformarían el mundo en el siglo XVIII y XIX.

Montesquieu falleció el 10 de febrero de 1755 en París, pero su legado sigue vigente en la actualidad. Su teoría de la separación de poderes se mantiene como un principio esencial en las democracias contemporáneas, consolidándolo como una de las mentes más influyentes de la historia política.

Comentarios
¡Comentario enviado exitosamente!