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La evolución de las fábulas Jātaka: un viaje de la india antigua al japón medieval
CLÍO
Publicado en 16/01/2025

La evolución de las fábulas Jātaka: un viaje de la india antigua al japón medieval

Cómo la figura de Gautama Buddha como bodhisattva se transformó en la literatura del Uji Shūi Monogatari.

Las fábulas jātaka, que narran las vidas pasadas de Gautama Buddha como bodhisattva, han desempeñado un papel relevante en la difusión del budismo desde la India hasta el resto de Asia. Este género literario, de origen indio, transmitía los principios éticos y filosóficos del budismo, a la vez que servía como catequesis para conectar con distintas audiencias culturales. La transformación de estas historias en su paso por diversos contextos queda ejemplificada en el Uji Shūi Monogatari, una antología japonesa del siglo XIII que reinterpretó estos relatos de forma significativa.

Los jātaka tienen su raíz en la tradición oral de la antigua India y forman parte del corpus budista Theravāda. Estos relatos presentan al bodhisattva —el Buda en vidas anteriores— enfrentándose a desafíos morales y espirituales, destacando virtudes como la generosidad, la compasión y el sacrificio. Uno de los textos más antiguos que recopila estas historias, el Jātakatthavaṇṇanā, contiene más de 500 relatos transmitidos inicialmente de manera oral y posteriormente recopilados en forma escrita alrededor del siglo V dC. En su contexto original, los jātaka cumplían un propósito dual: educar a los laicos sobre las enseñanzas budistas y reforzar la legitimidad del budismo frente a otras tradiciones religiosas, especialmente el brahmanismo. La figura del bodhisattva era central en este mensaje, representando el ideal de la superación personal y la renuncia al egoísmo en favor del bienestar colectivo.

Cuando los jātaka llegaron a Japón, ya habían pasado por varias adaptaciones, incluidas traducciones al chino y su incorporación en textos literarios como el Konjaku Monogatari. En el Uji Shūi Monogatari, los relatos jātaka sufrieron una transformación notable: la figura del bodhisattva, esencial en las versiones originales, fue reemplazada en gran medida por la deidad védica Sakka (Indra), quien asume el papel de guía y salvador en las narraciones. Un ejemplo destacado es el relato "El adinerado Rushi". En esta historia, Rushi es un comerciante tacaño cuya falta de generosidad atrae la atención de Sakka. La deidad, disgustada por la actitud de Rushi, adopta su forma y distribuye sus riquezas entre familiares, sirvientes y mendicantes, enseñándole una lección de humildad. Aunque el buda Gautama aparece al final de la historia, su papel es marginal. En contraste, Sakka se convierte en el protagonista que redime al comerciante y lo salva de un destino infernal.

Este cambio no es un detalle menor. Refleja una transformación profunda en la manera de entender y transmitir las enseñanzas budistas en Japón. Mientras que en la India los relatos jātaka exaltan la capacidad del individuo para alcanzar la liberación a través de la ética personal, en Japón se enfatiza la intervención divina como clave para la salvación.

La evolución de los jātaka en Japón no puede separarse de su contexto cultural. En el período Kamakura, cuando se compiló el Uji Shūi Monogatari, el budismo japonés estaba marcado por un enfoque en la gracia divina y la salvación a través de figuras trascendentales. Este cambio fue influenciado por corrientes como la escuela de la Tierra Pura, que promovía la devoción a Amitābha Buddha como medio de salvación.

En este contexto, la figura de Sakka como redentor resonaba más con las creencias locales, mientras que el bodhisattva, representante de la auto-realización ética, fue relegado a un segundo plano. La narrativa japonesa reinterpretó las enseñanzas budistas para alinearse con la idea de que la intervención divina, más que el esfuerzo individual, era fundamental para superar las dificultades de la vida.

El cambio de protagonismo del bodhisattva a Sakka en el Uji Shūi Monogatari evidencia una adaptación cultural y una redefinición de los valores budistas. Mientras que los relatos jātaka originales estaban destinados a inspirar la virtud a través del ejemplo del Buda, las versiones japonesas insistieron la importancia de las deidades como agentes de la salvación.

Este proceso de reinterpretación demuestra la capacidad del budismo para integrarse en diferentes contextos culturales, adaptando su mensaje a las necesidades y expectativas de cada sociedad. En el caso del Japón medieval, la narrativa de intervención divina proporcionaba consuelo en un período marcado por la incertidumbre y el cambio social.

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