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Filosofía y arte: una vía para afrontar la depresión
PSIQUÉ
Publicado en 13/01/2025

Filosofía y arte: una vía para afrontar la depresión

Una propuesta para comprender y canalizar los trastornos emocionales desde la creatividad y la reflexión filosófica.

 

El 13 de enero se conmemora el Día Mundial de Lucha contra la Depresión, una jornada que busca visibilizar un trastorno que afecta a más de 280 millones de personas en todo el mundo, según la OMS. Aunque puede impactar a individuos de todas las edades, son los adolescentes y los adultos mayores quienes enfrentan mayor vulnerabilidad.

Una reciente investigación propone una visión interdisciplinaria, combinando arte y filosofía como estrategias complementarias para comprender y canalizar esta condición emocional. Desde el pensamiento crítico de filósofos como Albert Camus y Byung-Chul Han hasta la expresión creativa en la pintura y la animación, esta propuesta invita a explorar nuevas formas de enfrentar el sufrimiento humano.

La depresión, una de las principales causas de discapacidad a nivel mundial según la Organización Mundial de la Salud, continúa siendo un desafío tanto para la medicina como para las ciencias sociales. Ante esta problemática, un trabajo de investigación de la Facultad de Artes de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas propone una perspectiva interdisciplinaria que combina la filosofía, el arte y la animación como herramientas para comprender y canalizar esta condición emocional.

El trabajo, titulado “El arte y la filosofía como estrategia para canalizar la depresión”, desarrollado por Solís Guillén (2022), plantea cómo el análisis filosófico y las expresiones artísticas pueden convertirse en medios efectivos para gestionar la depresión, abordando tanto sus causas como sus manifestaciones emocionales. A través de un enfoque profundamente humano y creativo, esta investigación invita a repensar las formas tradicionales de tratamiento.

 Albert Camus

Desde los primeros capítulos, la tesis explora cómo la filosofía puede ofrecer un marco reflexivo para enfrentar la depresión. Se destaca el análisis del absurdo de Albert Camus, quien sugiere que la pregunta fundamental sobre el sentido de la vida precede al suicidio como decisión. Camus desafía al lector a confrontar el vacío existencial y buscar respuestas a través de la reflexión, en lugar de sucumbir al impulso desesperado.

Asimismo, se reinterpreta la obra de Byung-Chul Han, quien en La sociedad del cansancio describe cómo los ritmos frenéticos y las exigencias de éxito de la sociedad contemporánea contribuyen al agotamiento emocional. Solís retoma esta crítica para señalar cómo la búsqueda incesante de logros materiales desplaza actividades fundamentales como la contemplación y el análisis introspectivo, esenciales para el bienestar mental.

El estudio también aborda cómo figuras icónicas del arte como Vincent van Gogh y Edvard Munch canalizaron su sufrimiento emocional en obras que hoy son referentes universales. Van Gogh, con su sensibilidad única, y Munch, con su enfoque introspectivo, utilizaron la pintura para expresar emociones complejas como el dolor, la soledad y la desesperanza. Estas experiencias personales se convierten en una inspiración para utilizar el arte como herramienta terapéutica en casos de depresión.

Edvard Munch - Melancholy

“La obra artística permite exteriorizar emociones, convirtiéndose en un medio para comprenderse a sí mismo y resignificar las experiencias de sufrimiento”, señala la autora.

Uno de los aportes más innovadores de la tesis es el uso de la animación como una herramienta terapéutica. Según Solís, el proceso creativo detrás de una obra animada —desde la conceptualización hasta la edición— proporciona un espacio donde las emociones pueden transformarse en narrativas visuales, facilitando la expresión y el entendimiento del dolor emocional.

 Edvard Munch - The Sick Child

La autora describe un modelo práctico de intervención denominado "Una píldora para la depresión", un proyecto de animación que integra metodologías creativas con principios filosóficos. Este modelo busca aliviar los síntomas y fomentar la resiliencia.El trabajo concluye con una invitación a incorporar el arte y la filosofía en los tratamientos de salud mental, particularmente en casos donde la depresión está relacionada con factores sociales o emocionales. Solís argumenta que estas disciplinas permiten abordar la condición desde una perspectiva más humana e integral.

Es así como esta propuesta reivindica el valor del pensamiento crítico y la creatividad como cimientos básicos para afrontar los retos emocionales del presente.

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