El cine nace con los hermanos Lumière
28 de diciembre de 1895: La primera proyección pública marca el inicio de una nueva era
Un día como hoy, 28 de diciembre de 1895, los hermanos Louis y Auguste Lumière presentaron al mundo una de las mayores innovaciones de la modernidad: el cinematógrafo. En el famoso Salón Indio del Gran Café de París, proyectaron su emblemática película Salida de la fábrica Lumière, marcando el inicio de una industria que revolucionaría el arte y la comunicación.
Del laboratorio al cine: La visión de los Lumière
La historia de estos pioneros comienza en Lyon, Francia, donde su padre, Antoine Lumière, instaló un próspero estudio fotográfico. Influenciados por el ambiente creativo y científico de su familia, Louis y Auguste aplicaron su formación en física y química para perfeccionar la fotografía y, posteriormente, desarrollar el cinematógrafo, un dispositivo capaz de grabar y proyectar imágenes en movimiento.
El aparato, una caja de madera con una película perforada de 35 mm que avanzaba mediante una manivela, permitió capturar escenas cotidianas con una precisión sin precedentes. Su primera proyección pública fue un éxito rotundo, sentando las bases para el desarrollo del cine como una forma de arte y entretenimiento global.
Más allá del movimiento: El color en la fotografía
Tras el impacto inicial del cinematógrafo, los Lumière continuaron innovando en el ámbito de la imagen. En 1903, patentaron la placa autocroma, un sistema que permitía reproducir fotografías en color con una calidad sorprendente para la época. Esta técnica se comercializó en 1907 y fue ampliamente utilizada hasta la llegada de nuevos métodos en 1935.
El legado de los hermanos Lumière trasciende sus inventos. Gracias a su visión, el cine y la fotografía dejaron de ser simples técnicas para convertirse en herramientas capaces de capturar y preservar la esencia de la humanidad. Un día como hoy, celebramos su contribución al arte, la tecnología y la cultura.