La importancia del Juego en el desarrollo infantil
Por: Paola Vargas
El Arcoíris Waldorf, un juego fascinante y de múltiples posibilidades que promueve el desarrollo de valores, ideas y conocimientos en nuestros niños, con formas prácticas y sobre todo capaz de estimular la actividad artística a temprana edad.
El juego es fundamental en el aprendizaje de habilidades para la subsistencia, es así entonces crucial en el proceso del desarrollo infantil (Andersón, 2017). Jugar representa uno de los principales quehaceres y labores de los niños, esta acción les resulta importante en la correcta estimulación, desarrollo y convivencia con los demás (Jarque, 2019). Simboliza también un medio para que las familias o tutores se conecten con los niños, puesto que los padres son los primeros maestros de los menores y esta enseñanza en gran medida se canaliza a través del juego, debido a que permite a los pequeños, comprender las normas, deberes y compromisos de la familia de una manera segura y participativa. El juego es así un medio facilitador de la inserción a la sociedad.
Esta actividad comienza de forma natural desde que se es un bebé, sucede en cualquier interacción o sonrisa con los padres, puesto que el niño ya está jugando. Asimismo, durante su desarrollo aprenden jugando con otros, es decir, por ejemplo, al jugar con los padres o demás miembros del núcleo familiar, se están preparando para jugar con los demás niños. Es de suma relevancia que nuestra sociedad comprenda la importancia y beneficios del juego en el desarrollo emocional y formativo durante la primera infancia.
Un claro modelo de aplicación de lo anterior es la pedagogía Waldorf, que pretende llevar al niño hacia un desarrollo templado y equilibrado de su intelecto, por ende, a un sentir enriquecido artísticamente, nutrido de una voluntad sana y activa, de tal manera que sus pensamientos, emociones y acciones consigan hacer frente a los retos prácticos de la existencia (Moreno, 2010). Esta ideología se la debemos al alemán Rudolf Steiner, quien después de la segunda guerra mundial se encontró convencido de la necesidad de una reconstrucción social en Europa. Comenzó desarrollando las bases metodológicas y didácticas de una pedagogía que parte de un conocimiento profundo de la naturaleza humana y se adapta a las diferentes fases evolutivas del hombre. El principal objetivo de Steiner era formar seres humanos libres, que fueran capaces por sí mismos de comunicar un propósito y dirección a sus vidas.
“La educación ha de llevarse a cabo como un obrar artístico, en un ambiente libre y creador. Su funcionamiento ha de basarse en una amistosa colaboración entre maestros, maestras, madres y padres porque los alumnos y niños serán siempre el centro de toda actividad”. Rudolf Steiner
Para que el niño pueda aprender conceptos relacionados a diferentes asignaturas como la física, la historia o los procesos matemáticos es necesario que descubra su mundo mediante la belleza y su cuerpo, lo que Steiner unifica con el movimiento retomando el termino Euritmia, entendiéndolo como arte, con una importancia vital en la estética, transmitiéndole al niño que el mundo está lleno de belleza (Rodríguez, 2012).
Se considera que el Arte, nos pone de frente a problemas que también están relacionados al ambiente; este afrontamiento dependerá del material utilizado y de la técnica elegida. Es preciso saber, que no conseguimos solucionar un problema si no nos abrimos a la causa, es decir necesitamos, por lo tanto, de una apertura interior, hacia nosotros mismos, y por ende la preparación con el material. Este acercamiento está representado por una serie de emociones: reto, expectación, resignación, relajación, decepción, ira, meditación, esperanzas, sorpresa, esfuerzos y satisfacción en la actividad creadora. Esta participación emotiva pertenece al plano psíquico y también al físico, ya que penetra hasta las manos y dedos.
En la pedagogía Waldorf se afirma que es esencial darse cuenta del valor que tienen los juguetes para ayudar a los niños a recrear las experiencias de la vida como realmente suceden. El enfoque de Waldorf sobre el juego en los primeros años es parecido a lo que Joseph Chilton Pearce expresa muy bien en su libro Mágica Niñez (Shell, 2015).
“La mayor norma es: el juego es la base y en torno a él gira el trabajo. Para el niño, el momento siempre es ahora; el lugar, aquí; la acción, yo. No tiene capacidad para entretenerse con las nociones adultas del mundo fantástico y el mundo real. Él solo conoce un mundo y ese es uno muy real en el que él juega. Su mundo no es jugar en la vida, el juego es la vida" Joseph Chilton Pearce
Por lo anterior la importancia de los materiales en el binomio arte y juego, algo que Waldorf ha tomado en cuenta desde sus inicios, como el uso de la madera y los colores seleccionados en la manufactura y diseño de las piezas de aprendizaje. Las creaciones artísticas que se pueden desarrollar en el Arcoíris Waldorf, exigen un grado de atención y de concentración, provenientes de experiencias sensoriales y profundas que se manifiestan en el niño mediante la sensación pura de la participación a la hora de realizar cualquier forma. Al provocar que los niños expresen sus emociones, por medio del arte se da rienda suelta al cultivo y desarrollo de aquellos intereses provenientes del mundo que los rodea, y esto como padres o tutores, nos permitirá permanecer implicados en su mundo de ideas y desarrollo.
De este arcoíris se pueden decir muchas cosas como, qué está elaborado en madera de tilo (de suma y sorprendente ligereza), y teñido (no pintado) con tintes vegetales con base de agua y aceites naturales no tóxicos por lo que se afirma que es un juguete ecológico con acabados naturales de alta calidad, que le conceden un contacto, fragancia y colores fabulosos.
Su madera natural, les da a los niños información sensorial muy valiosa, donde las piezas les ayudan a diferenciar formas y colores, permitiéndoles una manipulación que ocasiona la ganancia de destreza y coordinación. Es preciso mencionar que, a través de él, los pequeños van comprendiendo conceptos complejos como el equilibrio, la simetría y la resistencia. Este juego se abre al simbolismo, es decir a la construcción de escenarios e imitación de situaciones de la vida real, lo que permitirá a los padres, el comprender mejor las emociones de los hijos. Otro punto a su favor es que, cada actividad como el levantamiento de estructuras y torres, le induce al niño a desarrollar una planificación lógica del proceso. Su trayectoria y fama no se debe solo a su belleza, puesto que está considerado por los expertos educativos, como uno de los mejores juguetes naturales del mundo. Reconocido en Alemania (El hogar y cuna de fabricación de los juguetes educativos de madera) con la Certificación Buen Juguete, que revela que ha sido probado por niños y profesionales, evidenciado resultados positivos.
A los niños les encanta por la misma razón que suelen convertir una pieza de cartón en su juguete del día: al tratarse de un conjunto de piezas, potencia en gran medida su imaginación. Sus aplicaciones pueden ser infinitas, debido a que los pequeños, las utilizan para hacer carreteras, torres, casas, toboganes, torres, estructuras de encaje, esculturas tridimensionales, construcciones planas y una gran variedad de formas que la imaginación y la versatilidad del juego permiten.
En fin, este arcoíris ofrece infinidad de posibilidades: Un rompecabezas, un apilable, un encajable, un juego de construcción, una escultura y diferentes escenarios y mundos que permitirán a nuestros niños, realizar una serie de valiosas actividades artísticas propicias para su desarrollo y creatividad desde la primera infancia.
En TOPOP podrás encontrar este magnífico juguete y muchos otros de la familia Waldorf.
Referencias
Andersón, J. (2017). La Importancia del juego en el desarrollo de la infancia. Maguared, 2(1), 1-6. https://maguared.gov.co/wp-content/uploads/2017/06/La-importancia-del-juego.pdf
Jarque, L. S. (2019). Diseño de un laberinto personalizable para el juego de canicas. Valencia: Universitat Politécnica de Valéncia.
Moreno, M. (2010). Pedagogía Waldorf. Universidad Complutense de Madrid, 5(2010), 204. https://revistas.ucm.es/index.php/ARTE/article/view/ARTE1010110203A
Rodríguez, E. (2012). Pedagogía Waldorf. Barcelona: Universidad Internacional de la Rioja. https://reunir.unir.net/handle/123456789/530
Shell, B. (agosto de 2015). Un vistazo a la educación Waldord y Montessori en los programas de educación durante la primera infancia. Obtenido de Waldorflibrary: https://www.waldorflibrary.org/images/Shell_Waldorf_y_Montessori.pdf