La Inteligencia Artificial como respuesta a la crisis global de la soledad
En un mundo hiperconectado, la soledad crece y la IA ofrece soluciones parciales, según expertos
La soledad se ha convertido en una epidemia mundial, a pesar de vivir en una era caracterizada por la hiperconectividad. La rápida evolución de la tecnología y las redes sociales han generado una paradoja: a pesar de que nunca ha sido más fácil mantenerse en contacto con los demás, las personas experimentan una sensación creciente de aislamiento. Este fenómeno ha sido reconocido a nivel global, y en 2023, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo catalogó como un problema de salud pública, destacando sus efectos devastadores sobre el bienestar físico y mental de millones de personas.
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La situación es particularmente grave entre los jóvenes, quienes, a pesar de estar constantemente conectados a través de dispositivos digitales, son los más afectados por la soledad. Según la revista BBC Science Focus, alrededor de un cuarto de la población mundial ha declarado sentir algún grado de aislamiento, y la tendencia sigue en aumento, lo que plantea un desafío urgente para las sociedades contemporáneas.
En lugares como Japón y los Países Bajos se han propuesto iniciativas innovadoras como grupos de apoyo y viviendas intergeneracionales, que buscan proporcionar una mayor interacción social. Sin embargo, la soledad no se puede reducir a una simple falta de contacto humano; su demanda complejidad enfoques más amplios y profundos.
La tecnología como apoyo emocional: ¿Una respuesta suficiente?
En este contexto, la inteligencia artificial (IA) ha surgido como una posible solución para mitigar los efectos de la soledad. En los últimos años, han proliferado aplicaciones y dispositivos diseñados para ofrecer compañía virtual y apoyo emocional. Sin embargo, los expertos señalan que estas tecnologías abordan solo una fracción del problema, y en muchos casos, de forma superficial.
Aplicaciones como Replika, que permite a los usuarios crear avatares con los que interactúan mediante conversaciones impulsadas por IA, han ganado popularidad. A pesar de su atractivo inicial, estas herramientas han generado controversia debido a problemas de privacidad, algoritmos defectuosos y, en algunos casos, respuestas inapropiadas. Otras iniciativas, como el dispositivo Friend, un collar que intenta generar interacción mediante conversaciones sobre actividades cotidianas, también han sido críticas por su naturaleza limitada. Aunque algunos dispositivos han mostrado resultados positivos en residencias de ancianos, como el robot ElliQ, los beneficios obtenidos siguen siendo temporales y no sustituyen el contacto humano real.
La soledad: Más que una falta de interacción
El Dr. Jeremy Nobel, autor de Project UnLonely, identifica tres tipos principales de soledad: psicológica, por exclusión social y espiritual, cada una con características únicas y que requiere respuestas diferentes. La soledad psicológica, que se refiere a la falta de alguien con quien compartir pensamientos y sentimientos, es la más común y la que las aplicaciones de IA intentan abordar. Sin embargo, no todas las formas de soledad son tan fácilmente solucionables.
La soledad por exclusión social afecta a individuos marginados por factores como raza, género o discapacidad, y es un problema estructural que la tecnología, tal como está diseñada actualmente, no puede resolver. La soledad espiritual, por su parte, está relacionada con un vacío existencial y un sentimiento de desconexión con uno mismo y con el mundo. Para este tipo de soledad, las herramientas digitales actuales son insuficientes, ya que no abordan las necesidades emocionales y existenciales profundas.
Imagen de referencia: Solen Feyissa
El futuro de la tecnología contra la soledad
A pesar de estas limitaciones, el Dr. Nobel propone un enfoque más integral en el desarrollo de tecnologías que puedan detectar señales de soledad y proporcionar respuestas personalizadas. Imagina un futuro en el que dispositivos portátiles como relojes inteligentes puedan identificar patrones emocionales relacionados con la soledad, sugiriendo actividades o interacciones que permitan a los usuarios conectarse con otros de manera significativa. Además, la creación de chatbots más favorables podría proporcionar una interacción social continua, adaptándose a las necesidades de cada tipo de soledad.
Con información de: Infobae