El telescopio con la cámara digital más grande del mundo promete revolucionar la astronomía
La observación del cielo nunca fue tan clara: Con 3.200 megapíxeles, el nuevo telescopio en Chile buscará desentrañar los secretos del universo.
En las alturas del Cerro Pachón en el norte de Chile, un nuevo telescopio se prepara para iniciar su misión: capturar imágenes del cielo nocturno con un detalle sin precedentes. La cámara digital más grande del mundo, instalada en el Observatorio Vera C. Rubin, está diseñada para desentrañar los secretos del universo, fotografiando el cielo en una resolución de 3.200 megapíxeles, lo que equivale a la capacidad de 300 teléfonos móviles.
Cada tres noches, el telescopio tomará imágenes de todo el cielo visible, lo que permitirá a los astrónomos observar movimientos y cambios de brillo en millas de objetos celestes. Se estima que el proyecto, que funcionará durante una década, descubrirá unos 17.000 millones de estrellas y 20.000 millones de galaxias previamente desconocidas.
Imagen: Olivier Bonin/Laboratorio Nacional de Aceleradores del SLAC
Clare Higgs, especialista en divulgación del observatorio, destaca la singularidad de esta exploración: “Estamos explorando el cielo de una forma que no habíamos podido hacer antes, lo que nos brinda la oportunidad de responder a preguntas que aún no hemos planteado”. Con cada imagen, el telescopio generará aproximadamente 20 terabytes de datos diarios, lo que equivale a años de contenido de streaming.
La construcción del telescopio, que comenzó en 2015, ha sido posible gracias a donaciones privadas y financiamiento gubernamental de EE.UU. Aunque el Rubin es un observatorio nacional, su ubicación en Chile es estratégica: la atmósfera del país andino es excepcionalmente clara y seca, lo que favorece la observación astronómica.
El telescopio, cuya cámara del tamaño de un coche pequeño pesa 3.000 kilogramos, debe operar a temperaturas extremadamente bajas para funcionar correctamente. Su primer encendido está programado para 2025, y se anticipa que generará 10 millones de alertas por noche, indicando cambios en el cielo que podrían involucrar asteroides, supernovas y otros fenómenos astronómicos.
David Kaiser, profesor de Física en el MIT, resalta que este telescopio será clave para abordar enigmas sobre la materia oscura y la energía oscura, esenciales para comprender la estructura del universo. Asimismo, Konstantin Batygin, del Instituto de Tecnología de California, menciona que la capacidad de este telescopio podría ser crucial para la búsqueda del hipotético Planeta Nueve.
La comunidad astronómica espera que el Observatorio Vera C. Rubin no solo amplíe nuestro conocimiento sobre el cosmos, sino que también marque un cambio de juego en la astronomía moderna, abriendo nuevas avenidas de investigación en un campo que sigue revelando misterios.
Con información de CNN