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Inteligencia artificial y educación superior: un futuro personalizado y ético
ACADEMIA
Publicado en 19/12/2024

Inteligencia artificial y educación superior: un futuro personalizado y ético

Un estudio revela cómo la IA está transformando las aulas universitarias, desde la personalización del aprendizaje hasta desafíos éticos clave.

La irrupción de la inteligencia artificial (IA) en la educación superior está marcando una revolución pedagógica sin precedentes. Un artículo de Fernando Vera (2023) publicado en la Revista Electrónica Transformar analiza cómo herramientas como ChatGPT y otros sistemas basados ​​en IA están impactando positivamente en la enseñanza universitaria, pero también señala desafíos significativos en términos de equidad y ética.

El artículo destaca que una de las mayores contribuciones de la IA es la personalización del aprendizaje. Los algoritmos avanzados permiten adaptar los contenidos y las estrategias pedagógicas a las necesidades específicas de cada estudiante. Según el estudio, esto además de incrementar la motivación, mejora los resultados de aprendizaje al ofrecer retroalimentación inmediata y ajustada al nivel de cada alumno.

Imagen de referencia: Pexels

Herramientas como ChatGPT están siendo utilizadas por profesores para facilitar explicaciones personalizadas, ayudar en la resolución de problemas complejos y estimular la interacción en clases presenciales y virtuales. Además, la automatización de tareas rutinarias como la corrección de exámenes libera tiempo para que los docentes se centren en actividades más creativas y pedagógicas. Sin embargo, la implementación de la IA no está exenta de complicaciones. El artículo destaca que la dependencia de estas tecnologías puede exacerbar las desigualdades educativas. No todas las instituciones ni los estudiantes tienen acceso igualitario a las herramientas tecnológicas, lo que podría profundizar la brecha digital.

 Imagen de referencia: Pexels

Otro desafío señalado es el uso ético de la IA. La recopilación masiva de datos personales plantea preguntas sobre privacidad y seguridad. Además, el uso de sistemas automatizados en la evaluación académica puede perpetuar sesgos y generar injusticias si no se manejan con transparencia. El estudio propone la necesidad de crear marcos éticos sólidos que guíen la integración responsable de estas tecnologías en las aulas.El artículo también resalta cómo ChatGPT, una de las herramientas más mencionadas por los docentes encuestados, ha fomentado un aprendizaje más activo y participativo. Esta IA facilita tutorías virtuales, ofrece retroalimentación en tiempo real y ayuda a estudiantes a planificar sus trayectorias académicas de forma autónoma. Por ejemplo, los profesores entrevistados afirman que ChatGPT ha estimulado la interacción en clase, permitiendo que los estudiantes formulen preguntas y reciban respuestas inmediatas. Además, su capacidad para analizar grandes cantidades de información lo convierte en un valioso recurso para proyectos de investigación.

A pesar de las preocupaciones éticas, el artículo concluye que la IA tiene el potencial de transformar la educación superior en un espacio más inclusivo y eficiente. Sin embargo, es crucial que su implementación sea guiada por principios éticos claros y que las instituciones inviertan en reducir las desigualdades tecnológicas.

Este y otros estudios abren la puerta a nuevas reflexiones sobre cómo equilibrar el uso de tecnologías avanzadas con las necesidades pedagógicas, construyendo un futuro educativo donde la innovación tecnológica y la humanidad puedan coexistir armoniosamente.

Lee el artículo completo aquí.

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