Luces de Esperanza: Nuevo León avanza hacia una educación de calidad con energía limpia y colaboración
El programa beneficia ya a 187 personas, entre alumnos y profesores, al ofrecerles acceso a tecnologías que mejoran la enseñanza y la seguridad.
En una colaboración sin precedentes entre Iberdrola México y el gobierno de Nuevo León, el programa Luces de Esperanza ha iniciado su primera fase, llevando energía solar a siete centros educativos en tres municipios del estado. Este esfuerzo tiene como objetivo mejorar la calidad de la educación en comunidades vulnerables, brindando a estudiantes y docentes recursos energéticos limpios y eficientes que transforman su experiencia educativa.
Alumnos del colegio Preescolar Dr. José Eleuterio González, en la comunidad de Las Diligencias, en Monterrey.Iberdrola México
El programa beneficia ya a 187 personas, entre alumnos y profesores, al ofrecerles acceso a tecnologías que mejoran la enseñanza y la seguridad. En el evento de encendido de paneles solares en el Preescolar Dr. José Eleuterio González, Paola Martínez Castro, directora de Comunicación y RSC de Iberdrola México, destacó el impacto positivo de estas instalaciones, que mejoran las herramientas educativas disponibles, desde computadoras hasta proyector y equipos de audio. A través de estas instalaciones, las escuelas se convierten en agentes transformadores de sostenibilidad, extendiendo los beneficios del uso de energía limpia más allá de las aulas y hacia los hogares.
La directora de la Secretaría de Educación de Nuevo León, Sofialeticia Morales, subrayó que el trabajo conjunto entre los sectores público, privado y la comunidad es fundamental para mejorar la calidad educativa, destacando que la donación de paneles solares marca un antes y un después para el estado.
En áreas más remotas como el Jardín de Niños María Curie en San Rafael, Galeana, donde las interrupciones en el suministro eléctrico eran un desafío constante, el programa ha permitido a la comunidad acceder a herramientas educativas esenciales, como proyecciones de video y actividades físicas con música, fortaleciendo la enseñanza y el aprendizaje. Marlenne Carolina Pequeño Tristán, directora del jardín de niños, expresó que la llegada de la energía solar ha simplificado las tareas diarias y ha permitido un mayor aprovechamiento del tiempo educativo.
En esta primera fase, con una inversión de siete millones de pesos, se instalarán sistemas fotovoltaicos que beneficiarán a siete escuelas de nivel preescolar, primaria y secundaria en Monterrey, China y Galeana. El proyecto comenzará expandiéndose el próximo año, ampliando el alcance y el impacto positivo en la comunidad.
Con más de 935 personas beneficiadas en solo un año, Luces de Esperanza está creando un círculo virtuoso de colaboración y sostenibilidad, educando a las futuras generaciones sobre la importancia de las energías limpias y el trabajo en equipo para lograr un futuro mejor.
Con información de: EL PAIS