La inteligencia artificial generativa en la educación: ¿un aliado o un desafío para la enseñanza tradicional?
Un estudio explora el impacto de herramientas como ChatGPT en la educación, señalando los beneficios y retos que plantean en la evaluación y el aprendizaje.
La inteligencia artificial (IA) generativa ha irrumpido en el ámbito educativo con fuerza, especialmente con modelos como ChatGPT, cuya capacidad para generar textos plantea nuevas posibilidades y desafíos. Un reciente estudio (Zapata-Ros, 2024) analiza el potencial de estas herramientas en el contexto educativo, abordando desde su utilidad en la asistencia tutorizada hasta los riesgos para la autenticidad y la ética en la evaluación. Este enfoque proporciona una visión equilibrada de cómo la IA generativa puede transformar la enseñanza, aunque advierte que su implementación debe realizarse con cautela y responsabilidad.
Imagen: Matheus Bertelli
Entre los beneficios que señala el estudio, destaca la capacidad de ChatGPT para ofrecer apoyo constante a los estudiantes, facilitando el acceso a información y permitiendo una personalización del aprendizaje. Los estudiantes pueden interactuar con la IA para resolver dudas, obtener resúmenes de conceptos complejos o practicar en ejercicios personalizados. Esta disponibilidad “24/7” puede ser especialmente útil en el aprendizaje autodirigido y para aquellos que buscan refuerzos adicionales fuera del aula tradicional.
Sin embargo, el estudio también advierte sobre los riesgos que presentan el uso excesivo de estas herramientas. Una de las principales preocupaciones radica en la autenticidad de la evaluación, ya que la capacidad de ChatGPT para generar contenido de alta calidad abre la puerta a posibles fraudes académicos. La facilidad con la que los estudiantes pueden utilizar esta tecnología para producir ensayos y proyectos completos plantea dudas sobre cómo evaluar verdaderamente sus conocimientos y habilidades. La falta de intervención humana en estos procesos de aprendizaje puede llevar a una educación basada en respuestas pregeneradas, sin promover el pensamiento crítico o la comprensión profunda.
Imagen: Matheus Bertelli
El estudio sugiere que el sistema educativo debe adaptarse para aprovechar los beneficios de la IA generativa, al tiempo que mantiene los valores pedagógicos. Una posible solución es el fortalecimiento de la evaluación formativa, que se enfoca en medir el aprendizaje en diferentes etapas y adaptarse según las necesidades de cada estudiante. Este tipo de evaluación permite que los docentes detecten y respondan a los progresos y dificultades de los estudiantes, reduciendo la dependencia de los ensayos finales que podrían estar escritos por la IA. La autenticidad y la interacción humana en la educación, señala el estudio, son elementos insustituibles que deben preservarse.
Finalmente, el estudio sugiere una pedagogía adaptativa, donde se desarrolla una teoría de aprendizaje que integra las capacidades de la IA generativa con prácticas educativas sólidas. Esta integración podría transformar la enseñanza de manera que las tecnologías emergentes complementen, pero no reemplacen, la instrucción y el acompañamiento humano. La investigación concluye que, si bien ChatGPT y otras IA generativas tienen el potencial de enriquecer el proceso educativo, el desafío será mantener un equilibrio que priorice el desarrollo integral y ético de los estudiantes.
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