La tala ilegal en Lepaterique amenaza el futuro hídrico de Honduras
Organizaciones ambientales y líderes comunitarios exigen medidas urgentes del gobierno para detener la destrucción de los bosques y proteger los recursos hídricos vitales.
La tala ilegal en los bosques de Lepaterique ha generado una grave preocupación debido al impacto negativo que esta actividad tendrá en los recursos hídricos de Honduras. Las cuencas de los ríos Choluteca, Humuya y Río Grande, que abastecen de agua a millones de hondureños, están siendo gravemente afectadas por la deforestación en la región.
La pérdida de cobertura forestal en Lepaterique ha alcanzado niveles alarmantes, lo que pone en peligro no solo el suministro de agua, sino también la biodiversidad y los servicios ecosistémicos esenciales para la sostenibilidad del país. Los ecosistemas de esta zona son cruciales para la regulación del ciclo del agua, y su destrucción podría tener consecuencias devastadoras a largo plazo.
A pesar de la magnitud de la amenaza, las autoridades han mostrado una preocupante inacción frente a este ecocidio. Las imágenes difundidas en redes sociales evidencian el avance de la tala ilegal, con grandes áreas de bosque arrasadas por actividades ilícitas que siguen sin control.
Frente a esta situación, organizaciones ambientales y líderes comunitarios han lanzado un llamado urgente al gobierno para que tome medidas inmediatas. Exigen el refuerzo de la vigilancia en las zonas afectadas, sanciones para los responsables y la implementación de programas de reforestación para mitigar los daños provocados por la tala ilegal.
"La inacción de las autoridades es un crimen en sí mismo. Si no se actúa ahora, las futuras generaciones sufrirán las consecuencias de esta negligencia", afirmó un activista local. La urgencia por proteger los bosques de Lepaterique es clara, ya que la sostenibilidad hídrica de Honduras depende de la conservación de estos ecosistemas clave.
El futuro del acceso al agua en el país está en juego, y es fundamental que las autoridades, la sociedad civil y los sectores privados trabajen de manera coordinada para frenar esta amenaza y garantizar un manejo sostenible de los recursos naturales. El tiempo para actuar es ahora.